El idioma como sanación: Abrazar el bilingüismo y las lenguas de herencia no solo fortalece la comunicación, sino que también restaura la dignidad y la identidad. El idioma se destaca como una herramienta vital para sanar heridas intergeneracionales y fomentar la conexión.

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Prácticas culturales como medicina: Desde el curanderismo hasta la narración oral y los rituales comunitarios, las personas participantes destacan la importancia de las tradiciones culturales para restablecer el equilibrio y el bienestar. Estas prácticas ofrecen alternativas comunitarias que complementan los modelos occidentales de atención.

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Bienestar guiado por valores: El familismo, el respeto, la comunidad y la espiritualidad son valores fundamentales que sustentan un modelo de salud centrado en la experiencia Latiné. Honrar estos valores apoya intervenciones culturalmente pertinentes y sistemas de cuidado más inclusivos.

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Sanación intergeneracional y colectiva: Existen impactos duraderos del trauma histórico y sistémico —incluyendo la colonización, la migración, el racismo y el desplazamiento— y la sanación liderada por la comunidad representa un camino poderoso hacia adelante. La sanación, en este contexto, no es solo individual, sino también colectiva y liberadora.